Papa sancionará a obispo alemán
Tebartz-van ha gastado más de $66
millones en cosas personales
ROMA, ITALIA
| AFP
15/10/2013 — El delicado caso del obispo
despilfarrador, el alemán Franz-Peter Tebartz-van Elst, conocido por sus gustos
costosos, resulta un desafío para el papa Francisco, quien deberá decidir esta
semana la sanción que adoptará el Vaticano.
El obispo, a cargo de la pudiente diócesis de Limburgo, sudoeste de Alemania, se encuentra en Roma para una serie de encuentros en El Vaticano.
No se sabe aún si el religioso será recibido por el austero papa Francisco, quien pregona una iglesia para los pobres. Por ahora, como señal de arrepentimiento, el obispo, repudiado en Alemania por su manía de grandeza, su automóvil de lujo y su proyecto de residencia costosa, viajó en un vuelo económico como gesto de ‘autocrítica’.
Tebartz-van Elst, de 53 años, cuya renuncia reclaman numerosos alemanes, emprendió la construcción de una onerosa sede episcopal, con museo, sala de conferencias, capilla y apartamentos privados. El proyecto, decidido por su predecesor, costaba unos 7,459,620 de dólares, pero los gastos de la obra han aumentado notablemente hasta unos 42,047,884 de dólares.
Según los medios de prensa alemanes, que han denunciado sus excesos, el religioso gastó para su tina personal 20,345,750 de dólares, sin hablar de un comedor de 63 metros cuadrados, de casi 4,069,523 de dólares.
El obispo, al que se le reprocha no solo su despilfarro, sino también su arrogancia, sostiene que cuenta con numerosos defensores en El Vaticano, por lo que decidió poner su destino en manos del papa.
En septiembre pasado, El Vaticano envió a un observador, el cardenal italiano Giovanni Lajolo, quien deberá entregar un informe.
El caso del ‘servidor más caro de Dios’, como lo han tildado, genera mucha curiosidad en Alemania, país donde las iglesias se benefician de un impuesto, por lo que gozan de fondos notables considerables para vivir. EL SIGLO. MARTES 15 DE OCTUBRE, 2013.
El obispo, a cargo de la pudiente diócesis de Limburgo, sudoeste de Alemania, se encuentra en Roma para una serie de encuentros en El Vaticano.
No se sabe aún si el religioso será recibido por el austero papa Francisco, quien pregona una iglesia para los pobres. Por ahora, como señal de arrepentimiento, el obispo, repudiado en Alemania por su manía de grandeza, su automóvil de lujo y su proyecto de residencia costosa, viajó en un vuelo económico como gesto de ‘autocrítica’.
Tebartz-van Elst, de 53 años, cuya renuncia reclaman numerosos alemanes, emprendió la construcción de una onerosa sede episcopal, con museo, sala de conferencias, capilla y apartamentos privados. El proyecto, decidido por su predecesor, costaba unos 7,459,620 de dólares, pero los gastos de la obra han aumentado notablemente hasta unos 42,047,884 de dólares.
Según los medios de prensa alemanes, que han denunciado sus excesos, el religioso gastó para su tina personal 20,345,750 de dólares, sin hablar de un comedor de 63 metros cuadrados, de casi 4,069,523 de dólares.
El obispo, al que se le reprocha no solo su despilfarro, sino también su arrogancia, sostiene que cuenta con numerosos defensores en El Vaticano, por lo que decidió poner su destino en manos del papa.
En septiembre pasado, El Vaticano envió a un observador, el cardenal italiano Giovanni Lajolo, quien deberá entregar un informe.
El caso del ‘servidor más caro de Dios’, como lo han tildado, genera mucha curiosidad en Alemania, país donde las iglesias se benefician de un impuesto, por lo que gozan de fondos notables considerables para vivir. EL SIGLO. MARTES 15 DE OCTUBRE, 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario