LOS RETOS DE LAS NUEVAS AUTORIDADES
Esta administración empieza con un fuerte obstáculo... un control de precios que a todas luces apunta que afectará a los productores.
Pedirles más sacrificios de los que ya han dado, no nos parece justo, pues llevan años sacrificándose, unos más que otros, en aras de complacer promesas políticas en las que no tienen nada que ver.
Ante todo, esta nueva administración tiene el compromiso de convocar a un gran concenso nacional de todos los sectores para establecer una POLITICA AGROPECUARIA DE ESTADO, elevando el tema de “Seguridad y Soberanía Alimentaria” a política de estado, tal como lo firmó el Presidente Varela ante miles de productores, profesionales y miembros de este sector y sus familias en octubre pasado.
Esta es una oportunidad de oro, que si no la aprovechan las autoridades designadas para sacar el sector agropecuario de la crisis en que está sumido, entonces no vemos para qué se luchó tanto por un cambio!
Aquí no podemos seguir trabajando con el librito de cada ministro, aquí tenemos que aprender a ponernos los pantalones largos, y dejar los egoísmos y egocentrismos de lado, si realmente nos importa este sector y su gente.
Es necesario e indispensable convocar de inmediato a todas las fuerzas vivas del sector y del país, para que inicien esta tarea lo más pronto posible, pues cada día que pasa, es un día más que perdemos de producir en este sector.
Se tienen que definir rápidamente estrategias a corto, mediano y largo plazo, a fin de lograr la recuperación escalonada de este sector y sus subsectores.
Estamos ante el inicio del Fenómeno de El Niño, y hay que establecer un programa rápido para paliar sus efectos en el sector ganadero.
Mientras que en el sector agrícola, hay que tomar decisiones rápidas, pues la siembra de arroz se está quedando atrás por diversos factores, entre ellos el miedo a sembrar y no vender a un precio justo, a las importaciones que vienen en camino, y a la falta de apoyo en crédito.
El terror de los productores son las importaciones... por eso para hablar de pararlas, se debe empezar por reestructurar la AUPSA (Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos), la cual es un ente no adscrito ni sujeto a directrices del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, a pesar de que su ministro sea parte de los tres miembros (Mici - Mef) conforman su directiva.
Paralelo con esto, se le debe dar fuerza de ley (real) a las cadenas agroalimentarias, ya que no hacerlo, amarrado con la reestructuración de esta autoridad, se seguirían dando las mismas inequidades que fueron el pan nuestro de cada día en la pasada administración; donde las cadenas aprobaban algo, y eso no era respetado por el Ejecutivo, quien al final era el que tomaba la decisión ignorando todo el debate y consenso que se había logrado en el seno de las mismas.
En ganadería hay mucho por hacer... empezando por definir una política ganadera que contemple la recuperación de vientres que llegan preñadas al matadero; evitar la fuga de genética; mejorar el programa de renovación de semental para que llegue a los productores que realmente lo necesitan; reinventar el programa de pastos incluyendo el sorgo que tan buenos resultados viene dando en la época de sequía para la alimentación animal, etc. En fin, es mucho lo que hay que hacer para lograr el crecimiento del pie de cría nacional, y superar el estancamiento en el que se ha mantenido en los últimos cinco años producto del nulo apoyo a este sector. Reestablecer la ley de clasificación de la carne para beneficio de los productores y de los consumidores, maxime si aspiramos a seguir abriendo otros canales de exportación. Igualmente es urgente la implementación inmediata de la trazabilidad en bovinos y agrícola, pues en cualquier momento nos pueden detener las exportaciones de carnes y sus subproductos.
Es imperativo la revisión de la ley de granos básicos, para que su alcance esté dirigido hacia los pequeños y medianos, pues los grandes ya caminan solos. También hay que pedir la revisión del costo de los lubricantes y combustibles utilizados en la producción de alimentos, como apoyo directo a este sector.
Ademas, hay que revisar los aranceles de varios productos de uso veterinario que están clasificados de manera incorrecta generando un costo adicional innecesario que se traduce en un aumento del producto final al consumidor. Aquí también entran algunas semillas que han venido siendo clasificadas de manera incorrecta, lo que dispara automáticamente el costo de producción.
Hay que reordenar la producción, y no sólo salir a decir... todo lo que produzcan, se los vamos a comprar!
Eso suena bonito y es la melodía que siempre han ansiado escuchar los productores, pero hay que ser realistas.
El IMA no cuenta con la capacidad en logística ni infraestructura para guardar toda la producción, sobre todo de productos perecederos.
Ya la experiencia de años y administraciones anteriores, donde se les compró todo el ñame y el otoe a los productores, así como el arroz y el maíz, terminaron los primeros pudriéndose, y los segundo llenándose de gorgojos.
Para ello, deberá integrar las instalaciones de esa Cadena de Frío que no responde al MIDA ni al IMA, y paralelo deberá incluso solicitar la modificación de la ley del IMA, ya que su junta directiva la preside es el Ministro de la Presidencia, pues durante la aprobación de la ley de Cadena de Frío se la quitaron al MIDA.
El ISA es una institución que ha pasado con más pena que gloria durante la pasada gestión presidencial, con un atrazo de tres años en el pago de las pólizas... urge que sea reestructurado de inmediato y no sólo el parche que le hicieron publicando el 30 de junio de 2014 en la gaceta oficial No. 27567 la nueva estructura organizativa y el manual de funciones hecho desde el 2010.
El BDA definitivamente requiere de una evaluación profunda, pero sin pensar en cerrarlo, pues la banca de fomento es necesaria para los pequeños y medianos; lo que hay quehacer es ponerla operativa.
Y el IDIAP es necesario volver a darle el brillo que tenía otrora, con la rigurosidad que requiere una institución dedicada a la investigación.
Aquí hago un alto, pues el MIDA tiene un programa de extensión bajo Secretaría Técnica que debiera ser una Dirección Nacional que realmente sirva a los intereses del sector, y donde se recoja toda esa información que generan los investigadores del IDIAP, para que les sea transferida a los productores.
En materia de sanidad agrícola y pecuaria, urge una redefinición de su papel, pues el trabajo aislado que realizan paralelo con cuarentena, no está dando los mejores resultados.
En fin, hay mucho más qué hacer, pero potenciar la producción debe ser una prioridad de esta administración, si lo que se quiere es realmente garantizar seguridad y soberanía alimentaria.
Mucha suerte a las nuevas autoridades ! ECOS DEL AGRO. EDICION JULIO 2014. EDITORIAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario